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Varios Artistas II

by OIE

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Cne - Thu 00:49

about

Varios Artistas (OIE.02)

Arte de tapa: El Pelele
elpelele.tumblr.com

Por Guillermo Ricci / Revisión general: José Palacios

“La música electrónica de baile es la última revolución”. La afirmación esbozada en varias oportunidades, aunque con diferentes matices, por el crítico inglés Simon Reynolds suena exagerada. Sin embargo, la aseveración encuentra su eco a lo largo de la historia, donde varios sucesos acumulados durante años en el underground global demarcaron picos fundamentales para el género vulgarmente conocido como música electrónica: la proliferación de estilos y sub-estilos y la “masividad” clandestina de las raves dotaron de un reconocimiento impensado a los estetas de lo digital (bateas, revistas, sellos y programas de radio y televisión específicos, fiestas for export). El éxtasis como droga ritual y la liberación libidinal en la pista son apenas puntales de una cultura que, según Reynolds, superó —junto al hip hop— al rock como síntesis de furia y rebeldía. La muchedumbre propulsó nuevos modos de entender los códigos del baile y el derroche del tiempo disponible por parte del séquito nocturno. Más allá de su fuerte acento hedonista o su imagen de música fría y escapista, la electrónica impulsó en todo tiempo y lugar (no olvidarse de Giorgio Moroder y Kraftwerk) impensados viajes hacia el interior de los sonidos, llegando a “evolucionar” en una espiral sin límites hacia un abanico sónico tan esquivo como atrapante. Además de danzarse, la electrónica puede ser asimilada como un combustible revitalizante e, incluso, funcionar como purgante.
En nuestro país el siglo XX concluía con una década —los noventa— nutrida de proyectos de índole electrónica tocando en ciclos puntuales o editando discos más que interesantes —se pueden citar “93+94+95” (1996) de Fantasías Animadas o “Cápsula” (1996) de Leandro Fresco, por ejemplo, por elevar la media del remix y proponer un terreno creativo propio, autosuficiente, insular—, visibilizando así una escena criolla que, en años subsiguientes y con cierta disparidad, siguió esparciendo sus BPM´s como hongos y ganó terreno entre el público rockero gracias a “flirteos” previos entre íconos del Rock Nacional con sintetizadores y cajas de ritmo (algo nada nuevo dirán los fans de Charly y Spinetta), ya sea en forma necesaria —y un día Los Redondos grabaron “Último Bondi a Finisterre” (1998)… — o paralela — “Colores Santos” (1992) de Cerati / Melero es un trabajo adelantado para la época por amalgamar guitarras y samplers con espíritu rockero—. Sin embargo y pese a transitar un siglo XXI abarrotado de nombres que pululan por ahí, el tecno se las vio difícil en estas pampas y, aún hoy, es lícito dudar si Los Encargados recibirían algún naranjazo si se reunieran para tocar en vivo en la remake del B.A. Rock (a realizarse, según se anunció, en octubre de este año).

***

Oscilaciones Impúdicas Ediciones [O.I.E.] presenta su segundo compilado: en un giro de timón inesperado —se dio a conocer con un primer registro de proyectos experimentales cienporciento cordobeses que alternan entre la improvisación y una electrónica, si se quiere, más orgánica y “oscura”, y un split de .Zigo y El Pelele netamente estratosférico—, el sello recala en el underground de Córdoba, La Plata, Rosario y Mar del Plata y aglutina doce artistas que sondean el tecno sobre beats rotos, bases duras o sonidos ambientales. Hay de todo claro: Juanse Link arranca fervorosamente con el track “Full bat”, que remite a los ritmos quebradizos del jungle; Di3gol el Creador camina por páramos más tranquilos pero sumamente contaminados: “En Sarajevo” se entrelazan teclados armónicos y residuos glitcheados; Ismael Verde refracta golpes de tambor sobre discursos que aluden a los sucesos de La Patagonia trágica y Rasputín (!), hilvanando así fragmentos reales sobre trazos virtuales. La narrativa que engloba la curaduría del equipo de O.I.E. se divide en tres momentos (!!) que refuerzan la utilización del beat de forma dispar por parte de los involucrados. Esta “perversión” dance permite disfrutar en “silencio” del registro. Sensaciones (¿emociones?) se disparan en el subconciente y apuntalan un recorrido subliminal: ese es el secreto de la selección.
En resumen, los proyectos esquivan la monotonía y experimentan desde el minimalismo de la IDM, los breakbeats esquivos o el “collage” hogareño (Payaso Cagar Trompada arma un improbable soundtrack para videojuego; Nicosawa construye un breve motivo low fi, Cne pone el loop final), además de darle “swing” al asunto. Pasajes de efectos y ruidos ofrecen otras frecuencias a sus cultores: se percibe con fuerza la intensidad de estas pistas y la búsqueda capilar de los participantes, alejados del ambiente bolichero y el pulso mainstream. En esa veta se encuentra la coherencia de O.I.E. como sello y plataforma dedicada a difundir “música experimental y sonidos amorfos” (trabajo realizado con anterioridad desde el éter mediterráneo).

¿Cómo leer hoy la edición de un compilado de música electrónica subterránea? El curador principal tira algunas pistas: —Pensá que hoy casi todo sucede en nuestras computadoras, hay una extensión psíquica, física, molecular o como quieras llamarle de nosotros. La música producto del diálogo humano/máquina está más al alcance de la mano. Lo raro sería editar un compilado estrictamente rockero, dejando de lado que donde mezclás la guitarra, procesás la batería o reducís y filtrás sonidos no deseados utilizás una máquina. Entonces, ¿por qué no jugar?

Además de interpelar el presente, el curador principal no oculta su gusto melómano al momento de publicar: —Hace tiempo que no escuchaba compilados de electrónica bitera/glitchera, aunque últimamente indagué en algunos discos de la crew Trrueno de Buenos Aires, los geniales lanzamientos de Pakapi Records… mientras que acá en Córdoba, ¿Córdoba?, están Amigos de la lima que son grandes gestores de la electrónica subterránea y bien caserita, Sudamérica Electrónica que hace grandes aportes con sus selecciones de diversa índole… todos esos datos estaban disponibles. Pero tenía la urgente necesidad de escuchar un compilado "local" contemporáneo y probar si podía "diagramar" una narrativa en base a este género (zarpado). En “OIE.02” la música se va desintegrando: esa fue la tesis final de este ejercicio de recopilar sonidos ajenos.
La historia de la música electrónica sigue su curso y ahonda, de manera infinitesimal casi, en las propias mutaciones que su lenguaje permite. Esta es una buena selección para no perderle el rastro a una de las expresiones musicales más inaprensibles y controvertidas que hay. Un muestrario más, valga el detalle, de algo ya sabido: la diversidad del underground argentino, hoy, parece no tener fin.



Participantes:

Juanse Link
soundcloud.com/juanse_link

Payaso Cagar Trompada
tuamalanpakrecords.bandcamp.com

Yamil Burguener
soundcloud.com/yamilburguener

Lou On
soundcloud.com/lou-on/histeria

Di3gol el creador
mmzrecords.bandcamp.com/album/kurashi-ep

Mariano Balestena
marianobalestena.bandcamp.com

Pablo Mendes Cercas
soundcloud.com/pablocercas

Kenis
kenis.bandcamp.com

Diego Funes
soundcloud.com/sismo-en-gobi

Ismael Verde
ismaelverde.bandcamp.com

Nicosawa
nicolaschina.bandcamp.com

Cne
[No link]


2017-Enero
Argentina-Cordoba

credits

released January 10, 2017

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all rights reserved

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OIE Córdoba, Argentina

Sello discográfico de experimentación y anomalías sónicas

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